En Riohacha los trabajos informales dan el pan

 
Por Ingrid Gámez
Algunos venden jugos, minutos de celular, mango, raspao, agua de coco, mascarillas de concha de nácar para quitar las manchas en la piel,también tienen ventas de comida, de frutas, venden pan, hayacas, venden bollo de mazorca, suero. Estamos hablando de los trabajos informales, una actividad a la que se dedican muchos riohacheros y la mayoría de las personas que viven en la capital del departamento de La Guajira.

Algunos le llaman rebusque o el trabajo mientras tanto, mientras se consigue uno mejor porque unos pesos extras no caen nada mal. Para Marcial Laguna que trabajó en un tiempo en Santa Marta como locutor, ahora vende mascarillas de concha de nácar, un trabajo informal que desarrolla esperando una mejor oportunidad que no se ha presentado y en la que lleva muchos años desempeñándose.
VENTA DE MINUTOS DE CELULAR

Para Yarieth Romero, salir en embarazo y tener que responder por un hijo le obligaron a buscar un trabajo como vendedora de minutos de celular hace dos meses. "Gano por lo que vendo y me alcanza para mantener a mi hijo y salir adelante", dijo.

Por su parte, Gladis Contreras tiene un "sai" como se le dice a los negocios de minutos de celular, lleva año y medio trabajando antes no hacía nada y esta esperando una oportunidad de tener un buen empleo pero mientras esto llega y como no se puede quedar con las manos cruzadas porque tiene tres hijos que mantener, sigue ofreciendo sus servicios de venta de minutos.

Otro trabajo informal es la venta de bolis a la que muchos en Riohacha se dedican. Elba Chinchilla vende este producto, un negocio que inicio hace cuatro años su esposo buscando unos ingresos para la familia, ahora su esposo consiguió un mejor trabajo en un ferretería y ella continua realizando esta labor para ayudar con unos pesos en el hogar.

Neris Granados vende loterías, dulces, agua, recargas lleva 22 años trabajando en la informalidad, antes se desempeñaba como vendedora de jugos naturales. Remberto Burgos llevaba ocho años trabajando en la venta de comida ambulante
y antes trabajaba en la albañilería. Dice que en estos tiempos difíciles le acomoda la comida a buen precio a quienes llegan a este puesto. Estos son algunos de los trabajos informales a los que se dedican en Riohacha, ganando menos del salario mínimo, se rebuscan la vida para salir adelante.

Riohacha es la segunda ciudad de Colombia, con una tasa de informalidad elevada. Según un estudio del Banco de La república y realizado por el investigador Luis Armando Galvis, la cifra es del 81,23 por ciento. Se revela en el informe que la informalidad se presenta más en trabajadores con bajo o ningún nivel educativo (pues su productividad es menor), en mujeres, en solteros o en personas jóvenes.

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