Las tiendas sex hop, un tabú en Riohacha



 
Aún invisibles, son una ayuda complementaria para las parejas
Por Ingrid Gámez
son conocidas como sex - shop, tiendas para adultos o tiendas eróticas, en las principales ciudades de Colombia son vistas con mucha naturalidad, en Riohacha también existen pero aún están invisibles por el tabú de los guajiros hacia estos temas, quienes a escondidas las visitan, los hombres piden retardantes para prolongar los momentos de placer y las mujeres buscan ayudas para tener más y mejores orgasmos. Los más osados como Pablo a quien le reservaremos el apellido llegó a la sex- shop de la carrera 7 con calle 15 cerca a la Policía.


 
LA HISTORIA DE PABLO



Muy buenos días dijo Pablo al ingresar a la tienda sex-shop, mientras la vendedora Melissa en el mostrador ordenaba los consoladores de una de las vitrinas y al escuchar la voz del caballero, se levantó, lo miró fijamente a los ojos y lo atendió como si conociera sus intenciones " si muy buenos días en que le puedo servir".

Pablo titubeó, no sabía como preguntar al ver en la vitrina de exhibición tantos vibradores y consoladores, se sonrojó y respiró profundo "necesito un retardante". Melissa se quedó mirándolo de arriba a abajo , como preguntándose que clase de cliente era y comprendió que parte de la pena de Pablo es por el tabú que aún existe en Riohacha. Ella en su experiencia como vendedora empezó a romper el hielo para entablar una conversación hasta que tranquilamente el cliente contó que problema tenía y dijo "es que me gustaría demorar más tiempo con mi pareja cuando hacemos el amor". Melissa en esa complicidad por conseguir la satisfacción del comprador dijo "prueba esta, es la solución y después me contarás", pablo cogió el frasquito milagroso que permitirá demorar y hacer feliz en un mayor tiempo a su pareja y lo guardó en el bolsillo de su pantalón y siguió explorando la tienda.



 
INNOVACIONES ERÓTICAS



En estas sex- shop se pueden encontrar desde cremas para alargar el pene, retardantes, condones con sabores, juegos eróticos, aceites, lubricantes,cremas anales, masajeador para próstata, aceites calientes y excitantes, látigos y hasta disfraces de conejita, mucama, marinera, angelitos y estudiantes, pero el que más gusta es el baby doll mostrando que a la hora de dormir el romanticismo es importante.

Según Johan Loaiza, vendedor de la sex-shop en la carrera 7 número 15- 56 los que más visitan la tienda son los paisas "ellos entran, compran y piden de una vez saben más que uno", el segundo comprar frecuente son las mujeres, los policías, los comerciantes y otro grupo de clientes consultan y compran para regalarlo en una fiesta.

"En Riohacha todavía hay mucho tabú, la mujer es mas despegada, más atrevida, llegan buscando cremas para estimularse un poco más y les recomiendo la crema multiorgásmica que tiene efecto en diez a quince minutos. Los hombres llegan con mucha pena y lo único que pide es un retardante. "nosotros como vendedores tratamos de explicarles que hay más cosas para mejorar su vida en pareja" dijo el vendedor Johan loaiza. La primera tienda nació en 1962 y fue fundada por la alemana Beate Uhse, acomodándose la frase 'el sexo vende' y desde entonces existen estas tiendas eróticas, rodeadas de un halo de misterio, sensualidad y complicidad para mejorar los días de pareja. En Riohacha siguen invisibles pero aún a escondidas y por miedo al que dirán se acude a ellas, ya sea para pedir un retardante o una de esas cremitas que hacen feliz a más de una.

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