‘Tronco’ el perro que no se pierde una misa en el corregimiento de Tomarrazón
Por Ingrid Gámez
Los habitantes del corregimiento de Tomarrazón en Riohacha (La Guajira), están asombrados con un personaje que desde hace un año vive en este poblado. Se llama ‘Tronco’, un perro criollo que no se sabe de dónde vino ni quien lo trajo, solo que un día lo vieron mal cuidado y pasando hambre, le dieron comida y desde entonces se quedó en la casa de Alfonso Ortíz.
Este animalito, en agradecimiento por todo lo recibido, un buen día se fue a misa con toda la familia, le gustó y se quedó y desde entonces apenas el párroco de la iglesia San Isidro Labrador, Jairo Gutiérrez, hace sonar la campana, es el primero que se dirige a la iglesia a ‘escuchar’ su misa diaria.
Acompaña en los novenarios, en las misas de difunto, en los matrimonios, en las procesiones.
UN PERRO QUE LE VA MUY BIEN EN MISA
El comportamiento de esta animal tiene aterrados a los tomarrazonenses que entre risas cuentan como por instinto, este perro acude diariamente a la iglesia, se ubica en el pasillo o en la última silla de este lugar sagrado. “Ya nosotros sabemos su puesto y le respetamos ese espacio”, dijo el seminarista Ernesto Merlano.
Entre risas, la gente en este pueblo ubicado a tan solo 40 minutos del casco urbano de Riohacha, cuenta la historia de ‘Tronco’, un perro que se volvió católico. “Es como si estuviera escuchando la misa, se le ve ahí echado y al finalizar esta sale también de la iglesia, uno como que se queda aterrado de todo lo que hace, parece una persona”, dijo un habitante de este pueblo.
Con este comportamiento, este animal desvirtúa aquel adagio popular que dice: ‘le fue como perro en misa’, pero a este animal le va muy bien. “Todos lo queremos, ya es un habitante más al que nos acostumbramos y tiene hasta sus sitio dentro del templo”, expresó otro habitante.
‘Tronco’ es un perro cariñoso, todos le dan comida y cada domingo esperan su llegada a la iglesia. En momentos de dar la paz, este can mueve la colita. “Con su instinto nos muestra a los seres humanos que debemos buscar de Dios; si lo hace un animal cómo que uno que entiende no lo puede hacer”, dijo un feligrés.
Cada domingo en la misa de las nueve de la mañana y la seis de la tarde se le puede ver a ‘Tronco’ echado en la iglesia, luego sale campante a recorrer las calles del pueblo, y apenas suena la campana se regresa
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