EL TREN DEL AGUA LLEGA A LAS ZONAS DISPERSAS DE LA GUAJIRA

El tren del agua de Cerrejón recorrió cuatro horas desde Albania hasta la Alta Guajira para abastecer a las comunidades indígenas wayuu que se encuentran dispersas por el kilómetro 129.

El tren a su paso causaba asombro a quienes lo veían ya que lo cotidiano es verlo cargado de carbón pero esta vez llevaba un cargamento especial y era agua para muchas familias wayuu que lo necesitan. Y si que llegó a tiempo a la comunidad Atachón, a donde Yudis Uriana solo tenía agua verde para preparar los alimentos y los niños tomaban esta agua. "Solo teníamos esta que conseguimos a dos kilometros de aquí, la consumimos todos los niños, adultos y hasta los chivos", dijo.

En esta ranchería viven unas 25 familias y el agua que reciben ayudará a que 105 comunidades se abastezcan y no tengan que caminar kilómetros para buscarla. "Ampliamos la cobertura de atención a las comunidades que tienen falta de suministro de agua", dijo Raul Roys, empleado.

VAGONES DE AGUA ESTACIONADOS

Cada vagón tiene una capacidad de 80.000 litros: uno de ellos estará dispuesto en el kilómetro 129 de la línea férrea, y el otro estará rotando entre los kilómetros 65 y 107. Ambos servirán como puntos de cargue a los carrotanques que levaran agua a las comunidades.

Una vez a la semana se llenaran los vagones cisternas dependiendo de la necesidad de agua que tengan las comunidades y luego se hará la distribución de agua a los carrotanques que irá a cada ranchería. "Cada quincena se estaría suministrando 513 mil litros de agua", expresó.

ATACHÓN YA NO TOMARÁ AGUA VERDE
 

Yudis Uriana, quien tiene cuatro hijos entre estos a Yeiner ya no tendrá que usar agua verde para preparar alimentos ni Yeiner, uno de sus hijos tomarla para calmar la sed. Felices aceptaron el regalo del ‘tren del agua’ que llegó a su comunidad y que les ayudó a mitigar un poco la escasez de este vital líquido y aunque el agua solo les durará una semana, en el kilómetro 129, a pocos metros de su ranchería tendrán agua potable para su consumo, ya no tienen que caminar los dos kilómetros que recorrían diariamente para tenerla, la vida les cambió un poco. "Es muy duro no tener agua para los animales y para uno tomar, hemos padecido pero se que ahora no nos faltará, no se olviden de nosotros", dijo David Uriana, Autoridad tradicional de Atachón, una comunidad en la Alta Guajira que padecía de agua.