Apareció la primera boxeadora wayuu

Por Ingrid Gámez



A diferencia de las demás indígenas wayuu que les gusta tejer y hacer artesanías para promover su cultura, Yeymi Epieyú Peralta de la casta Epieyú, se inclinó por el boxeo. Para ella ser wayuu no es un obstáculo para conseguir sus sueños. "Yo soy una india de manta, de guaireñas, uso mi pañoleta, mi sombrero y me pinto la cara para protegerme del sol, esa soy yo, lo dice orgullosa, es su mundo y su vida pero dentro de su realidad como wayuu esta inmerso un sueño personal, ser boxeadora. "Es mi vida, mi ser mi todo, la razón de ser aunque me hinchen el ojo, me partan la boca, me hinchen la nariz yo estoy allí".

El boxeo cautivó a esta wayuu y aunque es un deporte de hombres siempre llamó la atención de Yeymi Epieyú, que a sus doce años sabía que era lo que mas le gustaba y ahora que tiene 18 años, se define por practicar este deporte con el que su familia no está muy de acuerdo. "Me dicen tu eres machorra, ni yo lo practico dice mi hermano menor, pero me gusta el boxeo", dijo.
 
UNAS PRACTICAS CON LAS UÑAS

Esta joven wayuu practica boxeo de lunes a viernes de 4:00 a 5:30 de la tarde en las afueras del coliseo John Eder Medina Toro, punto de encuentro de muchos boxeadores que apunta de esfuerzo tienen el sueño de ser grandes. Para Yeymi es un esfuerzo triple, trotar en la mañana bien temprano, practicas de boxeo en la tarde como requisito para formarse como una excelente boxeadora y trabajar al mediodía como mesera en un restaurante para ganarse unos pesos.
Después de su trabajo como mesera, a las cuatro de la tarde vuelve al mundo del boxeo, convertida en una boxeadora luchadora de sus sueños y metas."Durante las practicas soy la pechichona y me dicen Pambelé". Cuando está en el ring la fortaleza de esta wayuu fluye, "soy derecha zurda, soy derecha rara" dice.
Su padre es el que la acompaña a sus peleas, su madre prefiere mantenerse al margen para no ver a su niña como la golpean, el sábado tuvo su primera pelea oficial en Maicao, enfrentada a otra mujer guerrera como ella, a lo mejor salió triunfante porque como ella dice: "aunque me hinchen el ojo ahí estaré y seguiré practicando este deporte".
 

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